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Denominamos litigios o conflictos inmobiliarios a todas aquellas disputas legales que surgen como consecuencia de la compra, venta, arrendamiento de un inmueble, una obra de construcción, las relaciones de vecindad, los inquilinos, etc.
Los conflictos inmobiliarios se caracterizan porque existe diversa normativa específica que regula el sector inmobiliario, y además se trata de una normativa con un elevado componente técnico.
Ante esta situación y cuando se trata de problemas relacionados con el proceso de construcción, suele ser necesaria la intervención de un perito arquitecto o ingeniero. Importante conocer a la perfección la legislación sobre el Registro de la Propiedad, y por supuesto la fiscalidad que se aplica en esta materia.
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Entre los litigios inmobiliarios más frecuentes con los que nos podemos encontrar, hallamos:
El promotor como el constructor de una obra tienen un régimen de responsabilidad específico previsto en la Ley, que distingue entre:
En función del tipo de defecto o vicio constructivo, la Ley establece un plazo entre 1 año, 3 y 10, respectivamente, para poder reclamar al promotor, al constructor u otros intervinientes en la obra.
Son varios los motivos por los que pueden existir disputas y conflictos entre los vecinos del inmueble: ruido elevado, obras ilegales, impagos en la cuota de la comunidad, uso indebido de espacios comunes entre otros.
Los contratos de compraventa de inmuebles pueden dar lugar a disputas cuando una de las partes no cumple con las condiciones establecidas como pueden ser: incumplimiento de los plazos de pago o los plazos de entrega, u otras condiciones del contrato.
El alquiler de una vivienda o local, nave industrial y otros bienes inmuebles pueden dar lugar a una serie de conflictos y disputas entre la propiedad y el arrendatario.
Importante tener en cuenta que el contrato de alquiler de vivienda tiene una regulación específica y normas de protección de las personas con riesgo de exclusión social, que deberán ser tenidas en cuenta.
La regulación administrativa sobre el planeamiento urbanístico es complicada y confusa. La disputa o conflicto puede llegar a plantearse en el momento que el propietario de un inmueble (piso, un edificio, un solar, o un terreno) desea realizar obras o destinarlo a una actividad y la administración no lo autoriza. Estos conflictos se resuelven por la vía administrativa.
Puede suceder que los propietarios no puedan hacer frente los pagos de la hipoteca debiéndose enfrentar a ejecuciones hipotecarias, lo que puede dar lugar a discusiones y querellas con los prestamistas.
En el caso de que pueda llegar a surgir conflicto o disputa inmobiliaria es importante ponerse en manos profesionales del sector, capaces de analizar los diferentes métodos alternativos de resolución de conflictos evitando recurrir a la vía judicial.
La prevención de los conflictos mediante un contrato adecuado según la situación es siempre la mejor herramienta.
Es importante que en todo contrato se prevean los conflictos que pueden surgir y anticiparse a dar una solución pactada de antemano entre las partes. Una vez que el conflicto haya surgido la mejor herramienta a utilizar es la negociación y acuerdo rápido, con la que obtener unos resultados satisfactorios. Optar por un procedimiento judicial puede empeorar la situación y prolongarla en el tiempo.
En conflictos derivados de las relaciones con los vecinos por exceso de ruidos, instalaciones no autorizadas, alquileres vacacionales ilegales entre otros, la denuncia administrativa puede ser una herramienta muy útil.
La junta de propietarios debería de ser el lugar donde resolver los conflictos existentes entre los vecinos. Importante tener en cuenta los plazos existentes para convocar las juntas de propietarios y requisitos para que dicha convocatoria sea legal.
Existen conflictos que deben de ser resueltos mediante procedimiento judicial, el cual puede ir precedido de unas medidas cautelares como la anotación preventiva de la demanda en el Registro de la Propiedad.
En función de la naturaleza del conflicto se precisará la intervención de peritos arquitectos o ingenieros capaces de acreditar los daños y la relación de casualidad.
Los conflictos urbanísticos son resueltos mediante el procedimiento administrativo y posteriormente el judicial.
En el mundo de los litigios inmobiliarios trabajar con profesionales del sector, abogados especializados con grandes habilidades de comunicación es fundamental. Contacte con nuestro despacho de abogados inmobiliario en Alicante y le ayudaremos a resolver todo tipo de conflicto inmobiliario por muy difícil y de costosa resolución que este tenga.
Cada caso inmobiliario es único, de ahí que ofrezcamos un asesoramiento y enfoque personalizado según las necesidades específicas de cada situación. Somos conscientes que mediante una diligencia apropiada, contratos bien redactados, comunicación efectiva y cordial muchos de los conflictos pueden ser evitados.
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